Festejan Thalía y Laura Zapata a su abuela

• Thalía viajó sola a México.
• Los hijos de la cantante le enviaron varios regalos a su abuela que ellos mismos hicieron.
• La actriz aseguró que el amor que siente por su abuela sigue intacto.
• Eva Monge nunca soltó la mano a Laura Zapata.

Luego de casi cuatro años de no verla, Thalía abrazó y felicitó a su abuela, doña Eva Mange, en el festejo por su centenario, haciendo a un lado cualquier distanciamiento con su hermana Laura Zapata.

“Es una bendición el poder estar aquí, el poder disfrutar de la cara de mi abuela, de sus ojos, de su piel, de su bendición, de su beso, es un día de celebración”, señaló la actriz y cantante, luego de la Misa de Acción de Gracias por los 100 años de doña Eva, celebrada en la sala de la casa de Laura.

Y aunque fue una visita exprés, ya que solo estuvo unas horas con su abuela y regresó de inmediato a Nueva York, Thalía se mostró muy emocionada de poder compartir con ella, este momento tan significativo, en el que hasta cantó con ella y con Laura el tema “Puerto de Ilusión”, su favorito, de la compositora Chayito Morales, oriunda de La Paz, Baja California, lugar donde también nació doña Eva en 1918.

“100 años es algo que vio cambiar el mundo, vio pasar todo y que me hayan invitado, el haber recibido la invitación de mi hermana, realmente ¡wow!” Me encantó estar aquí, pero tengo que irme ahorita, porque mi hija a las 7 de la mañana tiene un recital por primera vez en su escuela”.

Thalía aclaró que el hecho de que personalmente no haya visto en tanto tiempo a su abuela, no significa que no esté al pendiente de ella, o que ese lazo tan estrecho que hay entre ellas, se haya roto.

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“La distancia nos separó, los países… el amor me llevó a otro lugar, tengo a mis hijos allá en las escuelas, y de pronto venir acá es muy difícil y cuando vengo, de pronto para mí, que me bese y me apapache y que me diga: “Thalía estás aquí. Thalía está aquí”, me emociona”, explicó.

A pesar de la distancia, la actriz aseguró que el amor que siente por su abuela sigue intacto.

“Seguir en contacto, seguir en comunicación, eso es lo hermoso. Lo más rico es ese ADN, que es mi familia, es mi madre, lo es todo”, señaló.

Thalía agradeció a su hermana Laura Zapata, la invitación que le hizo llegar para que ella pudiera estar presente en el festejo de su abuela. 

“Recibí la invitación, me dijo: “hermanita, tienes que venir, son los 100 años, le voy a hacer una celebración, una misa, y dije: “sí” inmediatamente y aquí estoy”.

Aunque Thalía viajó sola a México, sus hijos Sabrina y Mathew, quienes solo conocen a su bisabuela, por teléfono o en videos, la adoran y le hicieron llegar regalos de mucho valor sentimental, hechos por ellos mismos, además de un pastelote de varios pisos, que le pidieron a su mamá que le comprara.

“Le mandaron unas cartas que hicieron, muy hermosas; le mandaron unas fotos que hicieron muy preciosas, unos dibujitos, un pastelote, que me dijeron: “cómprale por favor mamá a la bis, el pastel más grande, más grande, y no sé dónde lo conseguimos; yo feliz de la vida, porque ahí están ellos, están sus nombrecitos que me hace muy feliz, que ella lo vio (el pastel), mi abuela, y se toma la foto, se la voy a llevar a mis hijitos”.

Finalmente, Thalía compartió las palabras que le dijo su abuela al verla.

“Thalía estás aquí… ¿por qué estás tan encuerada?, le dije: “¿cuál abuela?, si estoy vestidita para ti”, y me contestó: “ok, estás muy bonita”, la adoro”, puntualizó.

Laura Zapata, contenta con la presencia de Thalía

Agradecida con Dios por permitirle tener con ella a doña Eva, Laura se mostró contenta de que Thalía se haya dado tiempo para estar con su abuela en tan grato convivio.

“Qué bueno que vino, qué bueno que vino. La invité y vino y me dio mucho gusto. Gracias a Dios que podemos festejarle 100 años a mi adorada abuela, gracias por estar, los quiero muchísimo (a la prensa presente), que Dios me la conserve”, indicó.

Incluso, compartió que Thalía se hizo cargo de su abuela y de lo que faltaba para la celebración, mientras ella se arreglaba. 

“Le dije: “Hola ¿cómo estás?, qué gusto” y entonces me dijo: “vete a arreglar” y le dije: “tú te haces responsable de lo que pase” y me dijo “sí”, puntualizó Laura.