INICIOJodi Arias, el dramático caso de asesinato en ArizonaAlexander era un hombre de negocios y conferencista en charlas sobre motivación. Después de que la policía encontró su cuerpo descomponiéndose en la ducha de su apartamento en Arizona, con un tiro en la cara y apuñalado 27 veces el 9 de junio de 2008, Arias era la principal sospechosa.The Republic/La VozLa mujer negó tener conocimientos sobre crimen, pero su versión cambió cuando le informaron que entre las pruebas estaba la huella sangrienta de la palma de su mano en la pared.The Republic/La Voz“Usted mató a Travis Alexander?”, le preguntó el abogado de la defensa a Arias, Kirk Numi. “Sí” replicó ella. “La respuesta simple es que el me atacó y yo me defendí”.The Republic/La VozLa policía encontró como pruebas una cámara fotográfica dentro de la lavadora que contenía fotografías del día del crimen mientras Travis se duchaba.The Republic/La VozJodi Arias confesó ante el Jurado que conoció a Alexander en una convención en septiembre de 2006 en Las Vegas y la atracción fue instantánea, aunque ella le admitió que vivía con su novio.The Republic/La VozCuando ella volvió a su casa en California se llamaban por teléfono casi todos los días, al finalizar la semana terminó con su novio para poder salir con él.The Republic/La VozLos encuentros de la pareja eran en hoteles y moteles, encuentros apasionados y agitados, dado que Alexander tenía sus gustos particulares.The Republic/La VozLa pareja se volvió oficial en febrero de 2007, hasta que Arias encontró que Alexander estaba coqueteando con una mujer mormona casada en Myspace.The Republic/La VozJodi relató que el día de la muerte de Alexander se estaban tomando fotos desnudos en la ducha y a ella se le cayó la cámara accidentalmente, lo que enojó a Alexander.The Republic/La VozCon furia, él la tiró con fuerza contra el piso, gritándole. Ella corrió al clóset para escapar de él, pero podía oír como el la seguía. Agarró una pistola que estaba en un estante de su clóset y trató de salir corriendo.The Republic/La Voz“Le apunté con mis dos manos. Pensé que eso lo pararía pero venía corriendo hacia mí. Se tiró encima de mí, me agarró de la cintura y en la lucha la pistola se disparó. Yo no tenía la intención de disparar".The Republic/La Voz